Pastel de hojaldre de jamón y queso.

Lo primero no os asustéis, sé que hay miles de recetas de este pastel en Internet, y diréis: OTRO MÁS QUE YA INVENTO LA RUEDA, pero yo os traigo algo diferente una receta que es espectacular. Está receta de jamón El pozo y queso la he hecho de miles de maneras, con diferentes ingredientes, pero esta, es la mejor sin duda.

Este pastel es ideal para el verano ya que incluso se puede tomar frío, y con los calores que van, si lo dejas en el coche cuándo vas a la playa, te quedará templadito y con el queso fundido.

Empecemos con los ingredientes:

2 láminas de hojaldre  (hacerlo es divertido pero la receta se complica en tiempo)
250 g de jamón cocido El Pozo (a mí es el que me gusta)
150g de queso gouda (es un queso suave pero con sabor, no me gustan esos quesos tan suaves que no saben a nada)
150g de queso rallado  (es que el queso es el queso, échale el típico de 4 quesos)
3 pimientos del piquillo cortados en tiras. (no te pases, una vez le eche muchos y sólo sabia a pimiento del piquillo)
150 ml de leche (la típica que ordeñas a las mañanas)
Media cebolla
Un diente de ajo (yo le echo dos)
2 cucharadas de harina (de trigo)
Una cucharada de mantequilla (se generoso)
Sal (pizquita)
Pimienta negra (o nuez moscada)
Un huevo para pincelar la masa.
Una cerveza  (OPCIONAL para tomarte mientras haces la receta)

 

Lo primero es hacer una salsa blanca o bechamel pero con un toque especial.
Picamos la cebolla y el ajo y lo sofreímos en una sartén junto a la cuchara de mantequilla. Una vez doradito (no mucho) echamos las dos cucharadas de harina y dejamos que se haga, le agregamos una pizca de pimienta negra otra de sal y empezamos a echar la leche y revolvemos como locos. Ya tenemos nuestra pasta blanca y la reservamos.

En una bandeja de horno engrasada, colocamos la primera lámina de hojaldre, sobre esta esparcimos la nata, colocamos el jamón, el queso, y los pimientos del piquillo cortados en tiras. Sobre todo esto echamos la bechamel o salsa blanca y culminamos con el queso rallado. Ponemos la otra capa de hojaldre, cerramos los bordes con la mano o con un tenedor y pincelamos con el huevo para darle el toque dorado el pastel.

 

Precalienta el horno a 210 grados en bóveda de calor (sin ventilador) y mete el pastel hacia la parte de abajo unos 25/30 minutos.  Cuando veas que esta dorado ya esta listo.

Ojo MUY IMPORTANTE¡¡  intenta servirlo 10 minutos después de sacarlo del horno.  Quemará mucho y las ganas de comérselo hará que no lo disfrutes si no lo dejas reposar.

Con estos ingredientes y estos consejos de horneado os quedará un pastel de jamón y queso súper jugoso, lleno de matices y sabores espectaculares.

Y os preguntaréis de dónde salió está receta, pues le he probado con nata, la he probado con bechamel y las dos opciones están buenísimas. Y como últimamente estoy enganchado a Brutacocina, me hice la siguiente afirmación: Si con nata esta buena y con bechamel también, con nata y bechamel estará buenísima.

Hay muchas recetas de este pastel de jamón y queso, pero como esta ninguno os lo aseguro.