Una Escapada Gastronómica en Madrid: Tradición y Modernidad en Cada Bocado

Madrid es una ciudad que siempre sorprende. Sus calles llenas de historia, su vibrante cultura y, por supuesto, su rica oferta gastronómica hacen de la capital española un destino perfecto para cualquier amante de la buena comida. Hace poco, mi mujer, mi hijo y yo decidimos hacer un viaje a esta ciudad que tanto amamos, con un objetivo claro: disfrutar de su variada cocina, desde los locales recomendados por influencers en YouTube hasta los restaurantes más antiguos y tradicionales de la ciudad. Entre estos últimos, dos nombres resplandecen con luz propia: Lhardy y La Casa del Abuelo.

Lhardy: Un Viaje en el Tiempo

Empezamos nuestra ruta por Lhardy, un restaurante que es mucho más que un lugar para comer; es una institución en Madrid. Fundado en 1839, Lhardy es uno de los establecimientos más antiguos de la ciudad y ha sido testigo de numerosos momentos históricos. Al entrar, uno siente que ha viajado en el tiempo, con su decoración elegante que recuerda a la Madrid decimonónica.

La especialidad de la casa es el cocido madrileño, un plato que no podíamos dejar de probar. El cocido, servido en tres vuelcos, es un auténtico homenaje a la tradición culinaria madrileña: primero el caldo, luego los garbanzos y las verduras, y finalmente las carnes. Cada bocado nos transportó a los sabores de antaño, esos que se preparan con paciencia y amor. Mi hijo, que generalmente es un poco reacio a probar platos nuevos, quedó fascinado con la explosión de sabores que ofrecía este plato. Además, para acompañar, pedimos unas croquetas de jamón ibérico, que estaban crujientes por fuera y cremosas por dentro, simplemente perfectas.

La Casa del Abuelo: La Tradición de las Gambas al Ajillo

El siguiente destino en nuestra lista era La Casa del Abuelo, otro de los grandes nombres de la gastronomía madrileña. Fundado en 1906, este restaurante es famoso por sus gambas al ajillo, un plato sencillo pero lleno de sabor que se ha mantenido en el menú desde sus inicios.

La atmósfera de La Casa del Abuelo es cálida y acogedora, con ese aire familiar que hace que uno se sienta como en casa. Nos sentamos en una mesa de madera, y casi de inmediato nos trajeron una ración de gambas al ajillo que chisporroteaban en aceite de oliva, ajo y un toque de guindilla. El aroma era embriagador, y el sabor, inigualable. Cada gamba estaba perfectamente confitada, y el aceite en el que se servían era tan sabroso que no pudimos resistirnos a mojar un poco de pan en él.

Para complementar, decidimos pedir unas patatas bravas y una tortilla española. Ambos platos, aunque sencillos, demostraron una vez más que en la cocina tradicional, la calidad de los ingredientes y la precisión en la preparación son la clave del éxito. Mi hijo, que es fanático de los vídeos de comida en YouTube, comentó que estos platos superaban con creces las recomendaciones que había visto.

 

Un recorrido por la Madrid Gastronómica: modernidad y tradición

Más allá de estos dos iconos de la gastronomía madrileña, también nos aventuramos a probar algunos de los locales que hemos descubierto a través de vídeos de influencers en YouTube. Estos lugares, a menudo recomendados por su innovación y creatividad, ofrecen una visión moderna de la cocina española. Tapas reinventadas, combinaciones inesperadas de sabores y presentaciones artísticas son algunas de las características que definen estos establecimientos.

Sin embargo, a pesar de disfrutar mucho de estas propuestas contemporáneas, no pudimos evitar comparar estas experiencias con las que vivimos en Lhardy y La Casa del Abuelo. Aunque la modernidad tiene su encanto, hay algo insustituible en esos restaurantes que han pasado de generación en generación, conservando las recetas y el amor por la cocina tradicional.

En Lhardy y La Casa del Abuelo encontramos no solo platos deliciosos, sino también una conexión con la historia de Madrid, con sus costumbres y con esa manera de vivir que se toma su tiempo para disfrutar de una buena comida.

Realmente fue un viaje que nos dejó con ganas de Más

Nuestra escapada a Madrid fue, sin duda, una experiencia inolvidable. El contraste entre lo moderno y lo tradicional en la oferta gastronómica de la ciudad nos permitió disfrutar de lo mejor de ambos mundos. Pero si hay algo que quedó claro después de este viaje es que, en Madrid, la tradición sigue reinando. Lhardy y La Casa del Abuelo nos recordaron que los sabores auténticos, esos que se preparan con pasión y se transmiten a lo largo de los años, tienen un valor incalculable.

Así que, si estás pensando en hacer una escapada a Madrid, te recomiendo que no te pierdas la oportunidad de visitar estos restaurantes centenarios. Más allá de probar algunos de los mejores platos de la ciudad, estarás participando en una tradición culinaria que es parte integral de la historia de Madrid. Y quién sabe, tal vez, como nosotros, termines encontrando en esos platos antiguos una nueva razón para amar esta ciudad.