Gastronomía insólita Gallega (parte I)
Galicia es una de las comunidades Españolas con mayor reputación gastronómica, Pero el tema del que os hablaré hoy no será de sus mariscos, pescados, carnes y vinos en su esplendor, sino de otro tipo de gastronomía, una más pobre o quizá más rica, pero pobre en el sentido de que los platos que hoy os hablaré en un pasado eran consumidos por gente humilde, convirtiéndose algunos de ellos en esto momentos autenticas delicatessen.
Primero os enumerare ciertas comidas típicas de nuestra gastronomía insolita, de nuestras zonas costeras y posteriormente os prometo que os daré las recetas.
Caldeirada de cabezas de bacalao
Mi abuelo y mis tíos eran «hombres de hierro en barcos de madera» que surcaban los mares en auténticos cascarones hasta llegar a Terranova, el frío era extremo, pero el trabajo continuo sin descanso en 6 meses o un año, sin fines de semana ni dias libres, atenuaban cualquier sensación de dolor o molestia. Eran pescadores de bacalao, abrir, eviscerar, y salar el pescado era su trabajo, Solo se aprovecha el cuerpo, la cabeza y barbillas se desechaban, no eran comercialmente rentables.
Cada marinero salaba unos sacos de cabezas y luego al llegar a tierra los traía para su casa. Esa comida aunque de gente humilde era muy apreciada por algunos ya que su gelatina que recuerda a las cocochas las convierte en un autentico majar. Eso si hay que chupar huesos y te pinchas con los dientes pero el sabor es algo indescriptible y lo compensa todo. Sin ir más lejos es una de las comidas preferidas de mi familia.
Caldeirada de Casapa otro plato de nuestra gastronomía insólita
La casapa o cazapa es un tiburón pequeñito similar al rañorte, de piel áspera como todos los escualos. Su valor comercial al igual que otras muchas especies era nulo y los marineros las abrían empalaban y secaban al sol en alta mar beneficiándose de la curación de la brisa marina y la ausencia de moscas.
Para prepararla se puede hidratar a remojo, pero lo mas importante es pelarla ya que esta piel es rasposa, exactamente igual a una lija. Recuerdo de pequeño pelar casapas con mi padre y cuando en un trozo de piel se desprendía uno de carne me la comía. Era un sabor fuerte similar a la mojama.
La próxima vez que las compre comeré un trozo crudo. Por que ahora se compran al igual que las cabezas de bacalao y en nuestra zona, la costa gallega es un articulo de lujo que en ocasiones es difícil de encontrar.