En lo que a vinos se refiere, Francia sigue marcando pautas mundialmente.
El Vinexpo de Burdeos, cuya versión 2013 abrirá sus puertas dentro de unos días, sigue siendo el punto de encuentro fundamental de profesionales y « amateurs » del sector.
Como en España y otros países de vieja tradición vinìcola, el consumo en Francia sigue bajando : De mas de 100 litros por año y por habitante hace apenas 20 o 30 años, el consumo es hoy inferior a los 50 litros por habitante y por año. ( !pero no dejan de ser unos 2.900 millones de litros por año!)
Pionera histórica en la clasificación organizada de vinos, su gran mérito fue el haber llevado muy pronto a un grado sumamente alto el profesionalismo de todos los aspectos de la producción, del manejo del terreno y de la planta, de la cosecha y del proceso de vinificaciòn y, en fin, del envejecimiento de sus caldos.
Burdeos es aún hoy probablemente el lugar de referencia para formar nuevas generaciones a los «métiers » de la viña y del vino.
La gestión y el control de las apelaciones nacionales están a cargo del INAO Instituto Nacional de Apelaciones de Origen, bajo cuya autoridad están las cerca de 400 denominaciones francesas. Por orden de calidad, la AOC (Apelaciones de Origen Controlada), en segundo lugar la AOVDQS (Apelación de Origen de Vinos de Calidad Superior), y ya con menos importancia, pero de grandes volúmenes, los « Vinos de País » y en fin los « Vinos de Mesa », vinos « corrientes o de diario» que pueden alcanzar 50% del consumo total.
Tres zonas suenan en el mundo entero, entre los aficionados del vino, naturalmente, pero igualmente mas allá de este circulo : Bordeaux, Bourgogne y Champagne. Completan estos estandartes de cabeza, otras tan importantes como las Côte du Rhône, a todo lo largo del recorrido inferior del Ròdano, La Loire, especialmente el el Loira central, Alsacia y sus blancos.
Pero al igual que en España, puede decirse que no hay rincón francés que no tenga alguna producción de vino, a veces muy reducida pero de calidad excepcional, como el vino de Arbois, del Franco Condado, zona que formo parte un tiempo de la corona de España (siglo XVII).
Todos estos méritos dejan ampliamente espacio para los vinos dignos de mención de otros países, cada uno con sus peculiaridades, especialmente los mas tradicionales, como España e Italia, pero también los « nuevos » productores de Chile, de Argentina, de Estados Unidos, de Australia.
El crecimiento futuro mundial, sin embargo viene principalmente de Asia. Si Francia y otros países mantiene la fuerza de sus vinos es debido a la creciente exportación a países como China, Japón o Rusia. En el caso de China, las compras de grandes « châteaux » franceses de vino, en particular en la región de Bordeaux, empiezan a tomar amplitud suficiente como para preocupar a una profesión que quisiera no perder el control de lo que tardó siglos en construir.
En resumen: no se puede hablar de vino sin hablar de vinos franceses y seria perder gran parte de la riqueza y la substancia pensar conocer vinos sin un paso obligado por los vinos franceses.