Descubriendo Delicias en Cela: Una Tradición Estival con Sabor a Amistad

Cada verano, como ya es tradición, un grupo de amigos nos reunimos en Cela, una encantadora parroquia de Marín, para celebrar nuestra pasión compartida por el vino y la buena comida. Lo que comenzó como una sencilla excusa para disfrutar de una tarde entre amigos, se ha convertido en un auténtico festín de sabores, donde cada uno de nosotros trae una botella de vino y una delicatessen especial, algo que creemos que los demás no conocen y que merece la pena compartir.

Este año, como en anteriores ediciones, la reunión fue un éxito rotundo. A medida que las botellas de vino se descorchaban y las charlas se animaban, sobre la mesa iban apareciendo auténticos tesoros culinarios: Torta del Casar, Kobe, Moscovitas, Pastrami, Negrini… Cada bocado era una nueva sorpresa, una explosión de sabor que nos hacía recordar por qué esta reunión es una de las más esperadas del año.

El postre que robó el corazón de un No-Amante de los dulces

Confieso que, aunque disfruto de la buena comida, los postres nunca han sido mi debilidad. Suelo preferir los sabores salados y más robustos. Sin embargo, en esta ocasión, me llevé una sorpresa mayúscula con un postre que nunca había probado antes: la Trenza de Almudévar.

Fue mi amigo Pedro quien trajo esta joya de la repostería aragonesa. Según nos contó, la había comprado online en una tienda que envía pasteles online a domicilio. La presentación ya era de por sí espectacular: una especie de brioche retorcido y dorado, cubierto con un delicado glaseado que brillaba a la luz del sol de la tarde. Al partirla, la Trenza de Almudévar reveló un interior esponjoso, con capas de masa entrelazadas con almendra, nuez y pasas, todo ello impregnado en una sutil mezcla de mantequilla y azúcar que prometía un placer inigualable. Esta pastelería, además de ofrecer la Trenza de Almudévar, es una de las más destacadas en la distribución de tartas a domicilio en Zaragoza. Con una reputación impecable, se especializa en llevar una amplia variedad de pasteles y tartas frescas directamente a tu puerta, garantizando siempre calidad y sabor.

La Trenza de Almudévar: Un postre que deberías probar

La receta de la Trenza de Almudévar, aunque sencilla en sus ingredientes, requiere de cierta habilidad para conseguir esa textura y sabor únicos. No voy a entrar en todos los detalles, pero te puedo dar una idea general de cómo se elabora, por si te animas a prepararla en casa.

  1. La masa: Se comienza preparando una masa básica de brioche, con harina, huevos, mantequilla, azúcar y levadura. Esta masa debe amasarse bien y dejarse reposar para que fermente y adquiera su esponjosidad característica.
  2. El relleno: Una vez que la masa ha subido, se estira y se unta generosamente con una mezcla de mantequilla, almendras, nueces y pasas. Aquí es donde reside el secreto del sabor, ya que la combinación de estos ingredientes le da a la trenza su toque distintivo.
  3. El trenzado: Luego, la masa se enrolla sobre sí misma y se trenza con cuidado, creando ese efecto visual tan bonito que caracteriza a este postre.
  4. El horneado: Finalmente, se hornea hasta que la trenza esté dorada y crujiente por fuera, pero suave y jugosa por dentro.
  5. El glaseado: Tras el horneado, se le aplica un glaseado a base de azúcar y agua, que le da ese brillo irresistible y un toque adicional de dulzura.

Pedro nos confesó que él no es de los que suelen meterse en la cocina, por eso optó por comprarla online. Fue una excelente decisión, ya que la trenza que nos trajo era simplemente perfecta. Me sorprendió gratamente y me hizo replantearme mi relación con los postres.

Un festín de descubrimientos

Este año en Cela no solo descubrimos nuevas delicatesen, sino que también confirmamos que las tradiciones gastronómicas están vivas y que siempre hay algo nuevo por aprender y saborear. Desde el Kobe, esa carne de res de Japón que se deshace en la boca, hasta las Moscovitas, unas galletas finísimas y crujientes que se convirtieron en el acompañamiento perfecto para el café que cerró nuestra comida.

Pero, sin duda, la Trenza de Almudévar se llevó el protagonismo en mi memoria. Nunca pensé que un postre pudiera gustarme tanto, y menos aún uno tan tradicional y lleno de historia. Gracias a esta experiencia, estoy decidido a explorar más la repostería y a perderle el miedo a los postres. Ya estoy buscando en internet dónde puedo pedir pasteles online a domicilio y tartas a domicilio en Zaragoza para seguir descubriendo nuevas delicias que, quién sabe, quizás lleve a la próxima reunión en Cela.

En definitiva, este verano en Cela ha sido, una vez más, una celebración de la amistad y del amor por la buena comida. Nos fuimos con el estómago lleno y el corazón contento, sabiendo que cada año tenemos una cita con lo mejor de la gastronomía y, sobre todo, con lo mejor de nuestras vidas. Ahora solo queda esperar al próximo verano, donde seguro volveremos a sorprendernos con nuevas y deliciosas aventuras culinarias. ¡Salud!