Slow Food en Barcelona
Estoy cansado de la comida basura y cuando digo comida basura me refiero a tomates, pimientos, lechuga… sí repito, comida basura. Hace ya años me dí cuenta que lo que compramos o comemos como productos sanos, en muchos casos dudo mucho que lo sean. Tomates que no saben a tomate, fresas que tienen cierto sabor plastificado, ¿Realmente esto es sano.?
Mi padre sólo comía tomates en verano decía que era el único momento que le gustaba el tomate y recuerdo una vez que mi hijo de 4 años me pregunto. ¿Papa por que me gustan tanto los tomates en verano y luego los que me pones en invierno no me gustan.? un verano estaba tan concentrado comiendo tomates que le dije, Antonio este invierno lo vas a pasar mal.
Hace mucho que noto esto en lo que compro, pero hace muy poco que conozco la Slow Food y esta claro que esta filosofía, confirma lo que siempre dijo mi padre y lo que reconoce mi hijo. Estamos en un momento que para triunfar hay que diferenciarse, pero la Slow food se diferencia con conceptos súper claros atractivos y lógicos. la slow food apuesta por productos de temporada ya que en este momento es cuando su sabor se potencia y este sabor repercute positivamente en nuestro organismo. la Slow food cree en los alimentos limpios, productos orgánicos sin sustancias químicas y sobretodo se centra en alimentos justos, que buscan preservar la cadena alimenticia con técnicas totalmente naturales y tradicionales de cada lugar. Es decir, apuesta por una producción local de kilómetro 0.
Cómo sabéis pronto viajo a Barcelona a un evento gastronómico y uno de los establecimientos que visitaré será el Restaurante Allium, un restaurante situado en el Gótico de Barcelona que ofrece este tipo de comida tan particular, especial, saludable y respetuosa con el medioambiente. El Alliun es un Restaurante km0 que se encuentra dentro de los mejores de nuestro país y por lo que me cuentan mis amigos es totalmente cierto. Prometo un nuevo articulo sobre el una vez lo visite y disfrute de su comida.
Nota:
Siempre escuche decir que las hamburguesas son comida basura y jamás me lo creí. Las defendí con capa y espada hasta que alguien me mostró que estaba y no estaba equivocado. En mi casa las hamburguesas se hacen con pan de David, carne de ternera y cerdo criados por nuestros vecinos y comprada en la carnicería de Benito (EL MUDO), lechuga, cebolla y tomate de mi madre y aceite de oliva portugués. Claro así se hacen en mi casa. luego cuando me contaron que una hamburguesa comercial tiene un 20% de aditivos entendí que le llamarán comida basura. Con esto quiero decir que no todos los tomates, zanahorias, pimientos…. son iguales y si tenéis la oportunidad de comer los mejores en un restaurante Slow Food no lo dudéis.