TurÍsmo gastronómico, Restaurante, platos tipicos

Dos mojitos de espectáculo con pequeñas variaciones

Hace poco coseche un montón de maracuyás de mis enredaderas. Los tengo morados y amarillos y están espectaculares. Solemos comerlos crudos, en helados, con yogurt, e incluso congelo su pulpa ara atizarlos posteriormente. Pero hace unos días me tome un mojito de sandía (que por cierto no me gustó mucho) y me hizo pensar en mezclar la pulpa del maracuyá en este combinado. Un gran acierto la verdad.

No os voy a contar como es la receta original del mojito, estaréis artos de saberla, ya hay miles de recetas en internet. Hoy os traigo un par de recetas nuevas, tropicales y muy atrevidas que harán que plantees si esta es tu bebida favorita.

Ya sabemos que uno de los ingredientes principales del mojito es el ron. Existen muchas marcas de este destilado de la caña de azúcar. Pero independientemente de la marca nos encontramos con diferentes tipos, como el ron blanco, añejo, dorado, negro… y miles de variantes con especias e incluso con miel. Pero lo que esta claro es que es el ron blanco el que mejor le viene a este combinado. Y si me preguntas una marca, te diría que mis preferidas son Bacardí y Brugal pero en sus versiones originales. Personalmente el Bacardi premezclado para mojitos no es lo que más me gusta, aunque reconozco que tiene mucho éxito y es una forma de simplificar este combinado. De todas formas si quieres descubrir los mejores rones para mojitos te invito a mirar aquí.

Mojito de maracuyá crujiente.

Este interesante mojito es refrescante, frutal y delicioso. Parece una golosina llena de sabor y una textura un poco especial.

INGREDIENTES:

• 60 ml. de ron blanco
• hojas de menta piperita o maltraste
• 30 ml. de tónica (me gusta con tónica, puedes echar soda)
• 2 cucharadas de azúcar moreno
• 2 maracuyás
• 2 limas
• Hielo picado

Primero extraemos la pulpa de los dos maracuyás y la echamos en un vaso mezclador.
Echamos las hojas de menta, el azúcar y presionamos todo con un palo de un mortero.
Agregamos el zumo de las limas y volvemos a darle un toquecito de mortero.
Llenamos el vaso de hielo y echamos el ron y por último la tónica, que nos ayudará a mezclarlo todo mejor. Revolvemos un poquito y servimos en un vaso o en una copa, decorándolo con una rodaja de lima y unas hojas de menta. Estas cantidades te darán para dos buenos mojitos o 4 chupitos.
Si no conoces el maracuyá quizá estés pensando en quitarle las pepitas. No lo hagas, estas son deliciosas y crujientes. Beber y morder las pepitas hacen de este coctel algo especial y de un sabor inigualable.

Mojito de Freixoa o freijoa

Este es otro de esos exóticos mojitos, que también cuentan con un sabor goloso y caribeño. La freixoa también conocida como Guayabo del Brasil, es otra de esas frutas con sabor a gominola y con ellas se pueden preparar cocteles especiales como este.

Los ingredientes y modo de preparación son los mismos que la anterior receta sólo sustituyendo el maracuyá por pulpa de freixoa.
Pero en este caso debemos batir la pulpa ya que es un poco más dura y harinosa. Con la pulpa batida se integrará mejor y dará ese sabor peculiar a nuestro mojito.

Estas frutas no son fáciles de conseguir, pero si las consigues te animo a que pruebes estas recetas espectaculares de mojito. 

Las freidoras de aire, un electrodoméstico ya imprescindible.

Ya hace tiempo que quería probar un nuevo utensilio de cocina y en este artículo os dejaremos algunas opiniones sobre las freidoras de aire  que es el utensilio en cuestión.

El aceite y sobre todo de oliva es uno de los ingredientes, principales de la dieta mediterránea. Este alimento es rico en vitaminas, aminoácidos, omega, etc etc. Estamos ante un producto que además de estar muy rico es muy beneficioso para nuestra salud. Pero en nuestro tiempo en el que las comidas son copiosas, abundantes, poco sanas, con las que nos atiborramos de calorías todos los días y muchas más de las que necesitamos, es necesario tener cierto control sobre este producto y sus hermanos como el de girasol, maíz…,

Evidentemente lo mejor es consumirlo crudo y sobre todo reducir la freiduría al máximo. Todo lo que pasa por una freidora o una sartén llena de aceite, nos aporta una sensación placentera al paladar. Este placer, sobre todo tiene que ver con la mezcla de crujiente y graso, que nuestro cerebro acepta de una forma especial y es una presentación, en las comidas que gusta a todo el mundo.

El crujiente nos pierde y nos gusta sin comparación.

Solo hace falta ver los videos de tick tokc, o YouTube de gastronomía siempre empiezan con un chuchillo raspando el rebozado, indicando que es SUPER CRUJIENTE. Pero ahora es posible conseguir este efecto frito y crujiente sin aceite. Han aparecido en el mercado una serie de freidoras que son pequeños hornos con los que se consigue freír prácticamente todos los productos de una forma rápida limpia y sobre todo sin excesos de grasas. Estás freidoras cuentan con un espacio dónde una turbina de aire caliente dora los alimentos y los hace crujientes.

Estas freidoras sin aceite nos aportan innumerables ventajas. La primera, para la salud ya que como hemos dicho antes no es bueno abusar de los fritos, aunque sean con un buen aceite. Otra de las ventajas es para el bolsillo ya que estas freidoras no consumen más que la inducción o vitrocerámica y además otra de lo que nos olvidamos es de las molestas salpicaduras de los fritos.

 

¿qué productos podemos freír en estas de aire?

La verdad es que se puede freír prácticamente de todo ofreciendo muy buenos resultados en casi todos los productos, pero los que nos gustaría destacar y que, si quedan muy atractivos al paladar y sin exceso de grasa, son:

Los muslitos  o alitas de pollo, que no consiguen un dorado super espectacular, pero se el sabor al ser un producto que ya tiene cierta grasa es incluso mejor que de los fritos convencionales.

Las patatas, tanto en palitos como en gajos las patatas quedan perfectas y crujientes. Quizá las patatas gajo sean el mejor resultado ya que se notan crujientes por fuera y jugosas en la parte interior.

Los Nuggets, quedan realmente increíbles. Si los aderezas antes con alguna especia y sal el resultado es estupendo, tanto de sabor como visualmente ya que el pollo cortado de esta forma, se dora de una forma espectacular.

Las croquetas, quizá su aspecto final no es el que nos esperamos, pero su sabor y textura se no se ven empañadas por el aceite refrito ya que las croquetas suelen impregnarse mucho.

Pasta chip, la pasta de moda, solo pilla cualquier tipo de pasta, cuécela y métela en la freidora con queso, tomate, especias o lo que se te ocurra. Si suena raro pero esta buenisima.

Es hora de cuidarse y no renuncies a un frito en aceite a la semana pero introducir estos pequeños avances en vuestra vida diaria, todo será más positivo.

 

Cuál es el vino que mejor marida con el pescado

Disfrutar de unas buenas viandas en la mesa es uno de los placeres más exquisitos y selectos que podemos encontrarnos a lo largo de nuestra vida. Pero si esos alimentos los sabemos acompañar con un buen vino, entonces tendremos la perfección completa. Un lujo para el paladar que conseguirá hacernos sentir emociones gustativas que van mucho más allá del mero hecho de alimentarse.

Uno de los alimentos más apreciados en nuestros fogones son los pescados. Y no es de extrañar, nuestras costas ofrecen ricos manjares marinos que, gracias a la excelencia gastronómica, buenos cocineros y manos artesanas, lo han convertido en los grandes tesoros de los mejores restaurantes. ¿Quién puede resistirse a unas deliciosas tapas de pescaditos o a un buen pescado a la brasa? Pero ¿sabes cuál es el vino que mejor marida con el pescado?

El secreto para disfrutar de un buen pescado

El pescado es uno de los alimentos imprescindibles de la dieta mediterránea. Precisamente, gracias a sus infinitas maneras de ser preparado, y a su gran variedad en sabores, es capaz de enamorar a cualquier paladar, por exigente que sea.

Pero su mayor tesoro lo esconde en los importantes valores nutricionales que ofrece. Aunque podríamos separarlos entre azules y blancos, grasos o magros, lo fundamental es que son una fuente inagotable de nutrientes, vitaminas y minerales. Son ricos en proteínas y grasas beneficiosas como el Omega 3 y, además, van perfectos para cualquier tipo de dieta, incluso las más exigentes con las calorías.

Las formas de cocinar un pescado son infinitas. Podemos hacerlo a la plancha, hervido, rebozado, al vapor o al horno. Cada uno tiene su forma de ser cocinado, aunque la mayoría se prestan para ser redescubiertos en la cocina más rompedora, creando nuevos estilos para disfrutar de un todo un clásico de la alimentación.

Pero ¿cómo disfrutarlo en toda su plenitud? Con un buen vino. Pero ¿qué vino elegimos?

El maridaje perfecto para el pescado

Conocemos como maridaje a esa unión perfecta que se crea entre un alimento y un buen vino. Y es que son muchos los que desconocen que, si no hacen buena pareja, puede cambiar totalmente la percepción, y el disfrute, del menú.

El secreto está en las papilas gustativas, aunque también es cierto que cada ser humano tiene las suyas y, por lo tanto, percibe las sensaciones de una manera distinta. Sin embargo, en el caso del maridaje de los vinos, existe una opinión generalizada, de ahí que, dependiendo del vino elegido, el sabor del alimento que lo acompaña quedé transformado, oculto o desaparecido.

Los vinos blancos, los mejores acompañantes, pero no los únicos

Como norma general, es el vino blanco el que ofrece mejor compañía a cualquier alimento que provenga del mar, ya sean pescados, mariscos o crustáceos. Sin embargo, es importante hacer una división entre ellos, ya que ni todo alimento marino es igual, ni todos los vinos blancos tampoco.

En estas distinciones es donde se encuentra el auténtico éxito para conseguir que ambos por separado, y juntos, creen toda una explosión de emociones en las papilas gustativas, consiguiendo disfrutar de una experiencia gastronómica inigualable.

Pescado graso

Son los que conocemos como azules y entre ellos encontramos al salmón, la caballa, la sardina, el atún o el pez espada. Tienen una textura más grasa, algunos de ellos alcanzan hasta un 10%. Precisamente por quedar especialmente sabrosos, se suelen preparar a la plancha o a la parrilla.

Para este tipo de pescado se suelen seleccionar vinos secos, sabrosos y con mucho cuerpo como chardonnay o sauvignon blanc. También pueden casar bien con tintos fuertes como merlot o garnacha.

Pescado semigraso

En ellos encontramos un porcentaje de grasa mucho más inferior que en los anteriores. Dependiendo de la especie está entre el 2,5 y 6 %. En ellos encontramos al rape, la merluza, el mero, la trucha, el bacalao y la lubina. Se encuentran a mitad de camino entre los azules y los blancos, de ahí que algunos sean considerados azules, bajos en grasa o blancos altos en ella. Suelen ser ideales para ser cocinados en guisos o acompañados de salsas.

Para maridar se recomienda un vino más frutal y aromático. Los ideales: pinot noirsauvignon blanc y garnacha. Aunque tampoco se podría descartar un tinto joven.

Pescado magro

Es el pescado blanco por excelencia y, por lo tanto, el que menos contenido en grasa encontramos. Son los más suaves y, quizá por ello, los más populares. Además, son muy fáciles de digerir. Entre la variedad: percas, lenguados, rodaballos, lubinas y rape.

El mejor vino que puede acompañarlos debe tener dos características imprescindibles: ser sutil y delicado, pero con un toque de acidez que acentúe la suavidad de este tipo de pescados. Vendrán estupendos un chardonnay, y también un pinot grigio.

 

Ya has visto como el pescado y el vino logran hacer una pareja perfecta, especialmente si sabes elegir los adecuados. No te pierdas esta experiencia única para tu paladar y déjate llevar por una emoción única.

Dieta FODMAP y una receta que la cumple

Pocas veces hablamos de dietas en este blog, una de ellas que con mucha repercusión, fue la dieta del jamón y vino tinto, algo que parecía un poco gracioso, pero si tenía sus efectos saludables para el organismo, comiendo jamón ibérico de bellota y vino tinto.

Pues si estoy a dieta, después del verano se necesita otra operación bikini y buscando alguna dieta que se adaptará a mi estilo de vida, me encontré con la dieta FODMAP abreviatura compuesta por las siguientes palabras «fermentable oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles»

¿Qué es una dieta FODMAP?
Consiste en una dieta en la que se retiran principalmente de la alimentación, alimentos que tienen fructosa, lactosa alcoholes, miel, etc.

Es decir se trata de una dieta la que se eliminan todos aquellos alimentos que son difíciles de digerir y en ocasiones suelen causar cólicos, gases, irritación de intestino.
Por eso es una dieta indicada sobre todo para aquellas personas que tengan problemas intestinales, aunque según parece, es bueno hacer este tipo de dieta de vez en cuando para dale un descanso a nuestro aparato digestivo.

Pero ya sabemos que esto es un bloque gastronomía y aquí cocinamos y os vamos a traer una receta FODMAP

Pollo al pimentón con calabaza y brotes de acelga roja

Este salteado de pollo con calabaza y acelgas rojas es un plato muy rápido de preparar y mucho más de digerir que es lo que nos importa en este tipo de dietas.

Ingredientes para 4 personas:
• 500 g de pechugas de pollo
• 600 g de calabaza,
• 1 cucharada de pimentón ahumado dulce,
• Una pizca de comino molido
• Un manojo de brotes de acelga roja
• Pimienta negra
• Sal
• aceite de oliva virgen extra
• Perejil seco para decorar

 

Troceamos el pollo en daditos, lo mezclamos con el pimentón, la pimienta negra, el comino, un chorrito de aceite y un puntito de sal. Dejamos reposar durante una hora para que la carne se atempere y tomé los sabores de las especias.
Mientras cortamos la calabaza en tacos similares a los del pollo, las salpimentamos y metemos durante 5 minutos en el microondas para que se ablanden.
Y una sartén con un chorrito de aceite de oliva echamos el pollo y empezamos el saltearlo a fuego fuerte hasta que empiece a coger color. Una vez coja color echamos la calabaza que seguro que soltó un poco de agua en el microondas no la tires incorpórala.

Cocina todo junto y es el momento de probar si la sal y las especias son suficientes sino puedes incorporar un poco más, de lo que más te guste.

Una vez está nuestro gusto añadimos los brotes de acelga crudos y para dar un toquecito de color podemos espolvorear con perejil seco o incluso fresco picado. No te olvides de añadir un poquito más de pimentón y tu plato estará listo para servirse.

Lo quieres como entrante o primer plato es suficiente, pero si lo quieres como plato único podrás acompañarlo de arroz blanco cocido, judías verdes, tomates o una ensalada de frutas rojas ya que los arándanos frambuesas y fresas, son alimentos bajos en FODMAP

Solomillo de cerdo con mermelada de melocotón y un consejo si no quieres cocinar

Últimamente tenemos en televisión una gran oferta de programas culinarios y, aunque la cocina siempre me ha encantado, le estoy cogiendo el gusto a cocinar muchos platos con ingredientes nuevos para mí y a incluir nuevos productos en mis recetas de siempre.

No es fácil cocinar todos los días, pero yo creo que para comer sano, lo mejor es hacerlo cuanto más mejor. Siempre hay alternativas, en restaurantes y tabernas de confianza donde te preparan platos típicos y caseros. Pero hace poco descubrí una web donde puedes pedir estos platos caseros, disfrutarlos en tu casa o en el trabajo de una forma sencilla y a un precio razonable. Siempre pensé que Elena mi compañera de trabajo era una estupenda cocinera, o que su madre le hacia la comida, sus platos eran muy atractivos y se veían muy naturales y caseros. Me sorprendí cuando me dijo que los compraba en Miplato una web en la que podías elegir entre más de 70 patos distintos y te los hacían llegar a casa en 24 horas. Esas cosas no me convencen mucho pero en su próximo pedido le dije que quería probarlos y realmente me sorprendió.  Siempre pienso que este tipo de comida es para comer salir del paso y ya. Pero en esta ocasión reconozco que están muy buenos.

Pero bueno esto es un blog de gastronomía y aquí cocinamos todos los días que podemos y si no pedimos a Miplato.es

No hace falta ser un maestro de la cocina para hacer cosas distintas.  Yo sigo algunos blogs de cocina, recopilo recetas que me gustan y luego  intento innovar cuando las pongo en práctica y también brujuleo por distintas webs buscando algunos productos originales que den un toque especial a mis platos.

Innovar no quiere decir que tengamos que cocinar con nitrógeno líquido, simplemente es alterar recetas introduciendo alguna novedad. ¿Lo último que he hecho? Cocinar con mermeladas y estoy descubriendo que se pueden utilizar en muchas recetas del día a día. ¡¡Quedan unas salsitas para chuparse los dedos!!

Quiero compartir con vosotros una receta muy fácil y  riquísima y si la queréis hacer para una cenita con amigos, os hará quedar más que bien.  Ya sabéis que la forma de presentar o emplatar hace mucho.

SOLOMILLOS DE CERDO CON MERMELADA DE MELOCOTON A LA GINEBRA DE NARANJA

Ingredientes para 6 personas:
— 4 solomillos de cerdo
— ½ bote de  mermelada de melocotón a la ginebra de naranja
— 150 ml. de vino oloroso
— 250 ml. de caldo de cocido
— Sal
— Pimienta negra
— Estragón
— Aceite de oliva

Preparación:

Salpimentar  y espolvorear con estragón los solomillos. Dorar en una sartén con el aceite de oliva.  Una vez dorados se añade la mermelada de melocotón a la ginebra de naranja, el vino oloroso y el caldo de cocido, si no tienes caldo de cocido también sirve caldo de verduras, (yo siempre tengo algún caldo en el congelador para los guisos).

Al principio, cocina a fuego fuerte pero en cuanto empiece a hervir baja el fuego pero sin que pierda el hervor.  Hay que dejar que la salsa se reduzca a la mitad y espese.

Como acompañamiento puedes hacer un arroz salvaje, rehogado con unas pasas y piñones.

Si quieres sorprender a tus amigos cuando les invites a cenar, recuerda que la presentación es importante.  Si lo sirves en una fuente filetea los solomillos y colócalos con un poquito de salsa por encima y el resto en una salsera y el arroz lo puedes servir en forma de corona.  La otra opción es emplatar en la cocina, sirviendo unos filetitos en cada plato con la salsa y el arroz lo puedes colocar con un aro y llevar el resto de la salsa a la mesa por si alguien quiere más.

filloas de calabaza o en gallego Chulas de calacú

Os propongo una receta super sencilla que, al menos e mi casa se lleva haciendo desde que tengo uso de razón. Se trata de las filloas de calabaza o como las llámanos nosotros chulas de calacú. Imagino que muchos no sabréis ni lo que es un calacú, ni una botefa y estas palabras os sonarán a chino. Pues bien, botefas y calacús son tipos de calabas y les llamamos así en la zona del Morrazo (desconozco como se le llama en otras zonas de Galicia). Puede que en otras zonas se les conozca como fritos de calabaza.

Esta receta es un clásico en la cocina de mi abuela, sobre todo en esta época, que es cuando estas verduras están maduras. Ella las lleva haciendo toda la vida, y antiguamente era una forma de llenar la barriga bastante buena.

Vayamos con los ingredientes con las filloas de calabaza:

(las cantidades son orientativas)

-Tres huevos de casa.

-Como tres cuartos de quilo de calacú. Bien valen las calabazas naranjas del super.

-Un poco de harina.

-Aceite para freír.

-Azúcar al gusto y canela.

Lo primero es pelar y trocear el la calabaza o el calacú y ponerlo a cocer en agua. Si lo troceáis pequeño se os cocerá antes. Una vez cocido y escurrido conviene dejarlo enfriar un poco.

filloas de calabaza

 El calacú o calabaza después de cocido y machacado con el tenedor.

Luego lo machacáis bien con un tenedor y cuando esté bien triturado le añadís los huevos y seguís batiendo bien la mezcla hasta que esté bien homogénea. En este punto, convienen añadir un poco de harina, como tres cucharadas soperas. Así conseguimos espesar la mezcla un poco para que no se nos desparrame todo cuando lo vayamos a freír. También podéis echar un poco de azúcar, eso a vuestro gusto.

receta de filloas de calabaza
La mezcla de calacú, huevo harina y un poco de azúcar lista para freír.2

Ponéis una sartén al fuego, con un centímetro de aceite más o menos, y cuando esté caliente,  con una cuchara de sopa, vais poniendo pegotes de la masa previamente preparada. Conviene estirarlas un poco y darles forma mientras aun no comienzan a freírse. No o recomiendo que las dejéis demasiado finas, ya que se quemarán más fácilmente y quedarán menos jugosas.

Una vez fritas por un lado, dais la vuelta y a freírlas por el otro. Las podéis tostar más o menos a vuestro gusto!!

15calabaza frita

Las filloas o chulas listas para dar la vuelta en la sartén.

Al sacarlas de la sartén, ponerlas en un plato con papel absorbente, ya veréis la cantidad de aceite que absorben. Yo en realidad las pasé por dos platos con papel para quitarle lo más posible el exceso de aceite antes de pasarlas a la fuente donde las presenté.
el final de las filloas

El resultado final, un plato de filloas o chulas listas para comer.

 Tras este último paso, solo os queda preparan un chupito de vino dulce y degustar vuestras fantásticas filloas. Ah, si os gustan bien dulces, probad a espolvorear un poco de azúcar por encima o darles un toque de canela.

Buen provecho!

Qué tipos de vino maridan con pizza y una receta de Focaccia

La pizza puede parecer una comida rápida informal. Pero como todo en el mundo existen muchos niveles. Da la sensación de que la pizza se toma con Coca-Cola y no es verdad. Hay pizzas que merecen vino y un buen vino para degustarlas. Pizzas que se hacen con ingredientes naturales y de calidad, en hornos preparados para sacar el mejor partido de este manjar. Hornos de leña o caseros a los que les puedes añadir una piedra para hornearlas y disfrutar de su mejor sabor. Si buscas utensilios para hacer buenas pizzas te recomiendo qué visites solopizza.pro como su nombre indica una web dedicada a este mundo tan espectacular.

¿Qué vinos maridan con pizza.?

Gran pregunta, siempre pensamos que los vinos tintos son los que van mejor con la pizza, pero no siempre es así. depende sobre todo de los ingredientes. Si nos encontramos con pizzas contundentes, de carne, jamón, bacon, etc. Debemos tomarlas con un tinto ligero, como mucho un roble de denominaciones que no tengan gran potencia de sabor, ni demasiada astringencia tipo Toro.

Si nos encontramos con una pizza de atún, salmón, verduras, quesos suaves, podemos decantarnos por un blanco afrutado, sedoso y amable, tipo albariño o Godello, o también un Rueda con los que conseguiremos, sacar matices positivos tanto a nuestro vino como a la pizza.

Pero también los espumosos son ideales para maridar con pizza, pizzas básicas como la margarita, pizzas con gambas o las pizzas vegetales sumas resultonas con este tipo de vino. Aquí evidentemente os recomiendo un lambrusco, nos vamos hacia Italia, pero si queremos un vino español un cava en cualquiera de los espumosos Gallegos seguro que no le hacen sombra a este lambrusco y acompañarán este tipo de pizzas más suaves perfectamente.

 

Hoy tocó Focaccia para cenar y más o menos los vinos que maridan con la Focaccia son los mismos que he hablado anteriormente para la pizza y aprovecho el artículo para dejaros una recta de la hermana pequeña de la Pizza.

Para hacerla, se siguen los pasos de la masa de chapata que ya comentamos aquí. Cuando fermenta las dos horas fuera de la nevera,  se pasa directamente a papel de horno, y ahí se trabaja.

Yo la unté bien con un aceite de albahaca (albahaca fresca + ajo + sal + aceituna negra) clavando bien los dedos para que se impregne por dentro. Dejé reposar 5 minutos, y repetí el proceso. Justo antes de ir al horno, añadí los tomates cherri y unas olivas negras enteras por arriba. Espolvoreé orégano, y pa dentro. 15 minutos a 240 pulverizando con agua cada poco para que crezca bien, y después otros 15 minutos a 200.

Para ser la primera vez que la hacía, quedó perfecta.
Es una mezcla entre un pizza y un bocata con una masa de pan de chapata, pero al estar todo impregnado de aceite aromático, le da un toque muy fresco. Para acompañar, que mejor que un botella de Lambrusco bien fría…  (o como dije antes un Espumoso Gallego)

Otro día probaré con beicon, champiñones, calabacín, mozarella, etc…

 

facaccia

harina de garbanzo

2 recetas sencillas con la harina de garbanzo.

Hoy quiero presentar un producto que acabo de descubrir, la harina de garbanzo bio sin gluten, una harina con la que se puede preparar cientos de platos.

Estamos acostumbrados en nuestras cocinas a tener harina de trigo, integramos en nuestra despensa diferentes tipos de harina del mismo cereal y nos olvidamos de que existen muchas harinas creadas a partir de otros productos. Como las harinas de centeno, cebada, avena, arroz…. pero también, podemos encontrar harinas de frutos secos y de legumbres. Cómo harinas de garbanzos, lentejas, habas.

Este tipo de harinas de legumbres son ideales para ciertos regímenes o estilos de alimentación y además de ser saludables están muy buenas. Con estas harinas podemos preparar casi todas las recetas que preparamos con la harina de trigo, aportando un sabor un poco especial a nuestros platos.

Concretamente os traigo dos recetas muy sencillas con harina de garbanzo bio sin gluten, ya que es un producto te puede consumir prácticamente cualquier persona.

Para empezar quiero comentaros que la harina garbanzo es simplemente la legumbre seca y posteriormente molida. Encontramos en el mercado diferentes texturas o diferentes grosores, con los que podemos hacer desde pasteles rebozados y darle cualquier uso que se le puede dar a la harina de trigo normal.

Crepes salados de harina de garbanzos:

INGREDIENTES:
Harina de garbanzo 200 g
Agua 450 ml
Aceite de oliva virgen extra 25 ml
Sal una pizca.

Es tan sencillo cómo mezclar todos los ingredientes con una varilla, hasta que no queden grumos, la pasta debe quedar bastante líquida y es importante dejarla reposar unos 30 minutos.
Posteriormente en una sartén engrasada con aceite de oliva, vertemos una pequeña cantidad de la pasta, giramos la sartén para extenderla homogéneamente, teniendo cuidado que la cantidad sea la correcta para hacer un crepe muy fino.

Estos crepes los puedes guardar durante días y utilizar posteriormente rellenando los de lo que más te guste, aguacate, cebolla, tomate, pimiento, salmón, queso fresco. Tiene un sabor peculiar divertido y diferente. Seguro que a tus niños le gustan.

 

Unas de las recetas más típicas que se hacen con este producto es el falafel y el humus, son recetas que seguro que estáis hartos de conocerlas y verlas por internet. Por eso pretendo hacer hoy una receta especial para veganos.

Hamburguesa de harina de garbanzos.

INGREDIENTES:
Harina de garbanzo 400 g

Un diente de ajo
Un cebolla picada previamente sofrita
Una zanahoria muy picada y sofrita con la Cebolla
Perejil
Comino
Orégano
Agua
Aceite de oliva virgen extra 25 ml
Sal una pizca.

Picamos la cebolla y la zanahoria lo máximo que podamos, las sofreímos y la añadimos junto al el diente de ajo también picado y el perejil, añadimos las especias que más nos gusten, en este caso os recomiendo comino y orégano, masamos todo con un poquito de caldo o agua y un poquito de aceite. La idea es que nos quede una pasta consistente, con las que vamos a hacer nuestras hamburguesas.
Cogemos una porción moldeamos con la mano y le damos forma de hamburguesa. Podemos freírla o hacerla a la plancha. Pilla dos rebanadas de pan, llénalas de lo que más te guste y en medio pon esta burguesa, rica rica no lo siguiente. Tus comensales no se darán ni cuenta que están comiendo una hamburguesa vegetal.

Como ves estás dos recetas con harina de garbanzo son muy simples y sencillas, pero saludables y llenas de sabor espero que las disfrutes.

tarta con chocolate para reposteria

Maridar postres de chocolate o queso con vino.

Maridar con postres es todo un arte, hay aspectos que deben ser tomados en cuenta en el momento que quieras elegir el vino más apropiado y las condiciones en las cuales realizas ese maridaje. El vino marida muy bien con el queso y el chocolate y por que no con un queso elaborado o con los chocolates para repostería de una tarta, una mouse, o un coulant.

Los vinos ácidos son ideales para todo tipo de postres que se caracterizan por ser frescos, de la misma manera en que los vinos que son más intensos, son tu mejor opción cuando se trata de maridar con los postres que se caracterizan por tener más cuerpo y sabor más intenso. Ahora bien, si estás buscando el vino ideal para esos postres en los cuales quieres que resalte el sabor dulce, nada es mejor que un vino ligeramente dulce, porque tendrás la correlación ideal entre el dulzor de tu postre, con la densidad del mismo y será, de ese modo, fijado el sabor al que quieres darle preponderancia.

Para dulces que tienen frutas en una concentración importante de su composición, nada es mejor que valerte de ese vino puede bien resaltar el frescor, o el dulzor de tu fruta. Usualmente mientras más seco y ácido sea tu vino, mejor es para tu postre.

En el caso de un postre de chocolate, lo mejor es que tu vino sea tinto y con un dulce muy particular, preferiblemente de un dulzor que sea moderado.

Si el dulce es cremoso, como los pasteles de queso, lo mejor es valerte de un vino ligero, con el cual en tu dulce resalte la frescura y el dulzor pero sin que llegue a ser excesivo.

 

 

El maridaje de vinos con tarta de queso es algo que ha constituido toda una innovación recientemente. El maridaje de vinos con tartas de queso ha sido de los sabores que han venido a ocupar mesas en ocasiones especiales y especialmente, en el día de San Valentín, para el cual es conveniente ir pensando en qué puede ser ideal para esa persona que es tan especial en tu vida.
Lo mejor es que uses un vino más bien ligero, que no sea muy dulce, porque podría llegar a opacar el sabor de la tarta, ni tan ácido porque podría llegar a hacerlo muy simple y con ello, podría perderse entonces la esencia de tu tarta. Un vino tinto es una buena opción o incluso, si quieres, un vino que sea ligeramente seco o ácido (pero solo ligeramente, no te entusiasmes), con lo que el dulce de tu tarta, podrá equilibrarse con el vino.

 

El vino rosado seco también es buena idea porque con él, podrás disfrutar y aprovechar al máximo el dulce de tu tarta de queso, o bien vinos que se caracterizan por tener un color amarillento, con aroma de frutas, o bien de mieles, orejones o pasas. Si bien son vinos ligeramente dulces, son excelentes para maridar tu tarta favorita porque con él, aprovechas al máximo y armonizas muy bien cada detalle, para que el frescor y el dulzor se equilibren en cada bocado

Comprar vino para una cena ¿tinto o blanco?

Tengo que reconocer que me paso un poco en mis alternativas cuando voy a regalar algo.  El 90% de las veces que hago un regalo a alguien conocido o desconocido es vino, o una botella o lotes y cajas de vinos para regalo.  Descarto niños recién nacidos y en ocasiones a menores de 18 años. Y digo en ocasiones por que a mis hijos les regalé una botella de oporto cuando cumplieron 16 años, con el objetivo que las guardarán para cuando nacieran sus hijos.

Lo que siempre tengo claro es que si un día tengo o me invitan a una cena especial, lo primero que hago es comprar vino para la ocasión. Sólo el hecho de acercarme a una vinoteca o un super para ver nuevos o conocidos vinos ya me hace el día mas alegre. Si es para una cena en mi casa, me lo pienso muy poco, pero si es para llevar de regalo a una cena en la que me invitan, ya lo estudio un poco más, que si tinto, blanco, espumoso. Tengo que decir en mi defensa que nunca quede mal. Soy un CRACK  comprando vino y un autentico maquina regalándolo.

Pero yo soy un caso aparte, aun recuerdo un verano en Portugal, concretamente en Provescende, en una Casa Rural que se llama Mesao Provescende, regentada por Ronal y su mujer, unos auténticos apasionados del vino. A uno de mis hijos se le callo una zapatilla en el balcón de otro inquilino. No me atreví a llamar a la puerta y molestar a una pareja que estaba de vacaciones,  por una simple zapatilla de un niño. Pero, como siempre viajo con botellas de vino en la maleta, (ja, ja, ja, no es broma). Cogí una de ribera del Duero y llamé a su puerta con este estupendo escudo protector. Llame, pedí la zapatilla y les obsequié con un ribera del Duero español. Eran dos señores de cierta edad que estaban visitando el Douro Portugués y adoraban el vino. Evidentemente esta botella consiguió una amistad con desconocidos, que teníamos algo en común que no olvidaremos en todas nuestras vidas.

 

Red wine on wooden table

Al grano que tengo que hablar de regalar vino.

Después de la introducción que refleja un poco el contenido de este artículo, para mi está claro que regalar vino es adecuado hasta para las personas que no lo beben. Nunca se me ocurriría regalar unas botellas de vino a una persona que se que no le gusta. Pero no tengo ningún reparo en regalar vino a alguien que no conozco. No se si lo va a beber o no. Seguro que si no lo hace el, lo hace un amigo, o lo disfruta en una cena o comida familiar, y aunque el no beba lo disfrutaran juntos.

Por eso creo que es el regalo perfecto que nunca te equivocarás y que da igual si son opciones de vino tinto o blanco, y si es bueno o es malo. Pero eso sí lo mejor es que sea diferente, alguna denominación desconocida, (tenemos muchas en nuestro país) alguna botella atractiva, (cada vez son mas las bodegas que parece que trabajan más el exterior que el interior, pero me apunto a la idea, es el emplatado del vino) alguna botella que pueda traer algún recuerdo a quien la regalas.

Mis alternativas de regalo como os veis son pocas son vino casi al 100% pero cada una de las botellas las regalo con el corazón. Me cuesta decidir y le doy vueltas hasta conseguir que ese regalo sea especial.

Quizá me guste regalar vino por que para mi es el mejor regalo que me pueden hacer.

 

Me acabo de poner sensible y esto merece otra historia de vino.

Una vez un amigo me pidió que le comprara dos botellas de vino para regalar regalar a alguien especial.  Le pregunte que vino quería y su respuesta fue, como si fueran para ti.

Me acerque a la vinoteca donde suelo comprar vino, pensando en comprar dos botellas de Mauro (como sabéis uno de mis vinos preferido) y en ese momento no tenían.  Compre dos botellas de Emilio Moro.  Al llegar mi amigo a casa le di el vino, le cobré el importe y me dijo que abriese la primera, que tenia que contarme algo. Sorprendido abrí la botella y me anunció que, en 7 meses sería padre. Una noticia para celebrar con un buen vino, creo que nos bebimos las dos. Lo mas curioso es que al nacer el niño, sin el saber que mi idea era un Mauro no un Emilio. Lo bautizó como Mauro, sorprendente, increíble, el vino es así, te da sorpresas y alegrías.

Bebe con moderación, a mi me gusta mucho beber pero no me gusta beber mucho, este es el secreto del vino.